




No, sus ojos no lo están engañando – la aguas en realidad han sido partidas!
Este increíble puente hundido localizado en Holanda le está dando a los
visitantes una forma única de tener acceso a un fuerte holandés del siglo XVII.
Diseñado por RO & AD Architects, El Puente Moisés literalmente parte las
aguas que rodean el fuerte, lo cual le permite a los peatones pasar por el
medio. El Puente esta hecho de Madera Accoya la cual tiene certificaciones FSC
y PEFC.
Una serie de fosos y fortalezas fueron construidos sobre el borde de las aguas
en la región de West Brabant en Holanda durante el siglo XVII para poder
ofrecerle protección de invasiones francesas y españolas. Fort de Roovere fue
rodeado con un foso no muy hondo el cual era muy profundo como para marchar por
él, y muy superficial para los botes. Pero en cambio, el Fuerte Earthen permaneció
protegido –hasta ahora.
Desde lejos, El Puente Moisés es invisible a la vista. El flujo del foso parece
continuo, ya que el borde del agua permanece a la misma altura, reflejando la
vegetación alrededor. A medida que los visitantes se acercan al fuerte, el
Puente aparece como un corte en el agua con sus paredes inclinadas
conteniéndolo.
Primero permaneciendo a nivel con el suelo, el Puente luego desciende más
profundamente en el terreno. Protegido con recubrimiento en madera, el piso y
las escaleras en medio. Los lados del puente están hechos de Accoya, y una
Madera fuerte es usada para los pisos. La madera de Accoya para por un proceso
de modificación no toxico que ayuda a prevenir la pudrición por hongos y
aumenta su durabilidad, lo cual lo convierten en un material optimo para un
puente sumergido.
Como una represa, las paredes del puente retienen las aguas del foso, y
como Moisés, el puente parte las aguas para que los peatones puedan pasar.
El Puente Moisés le da a los visitantes una oportunidad única de pasar a
través de aguas divididas para momentos más tarde visitar un fuerte
militar histórico defensivo.