Lograr la Simplicidad mediante la"Reducción Reflexiva"John Maeda

En su gran libro Las Leyes de la Simplicidad, el diseñador y educador John Maeda escribe: "La forma más sencilla de lograr simplicidad es mediante la reducción reflexiva." Con millónes de bits y bytes diferentes llegando a nosotros todos los días, la sencillez no es sólo un imperativo más del diseño, es un imperativo de la productividad - si no un imperativo de la cordura. Cualquier cosa que podamos hacer para reducir nuestras distracciones y "bajar el volumen del ruido de fondo" va a ayudar a producir un mejor trabajo. Así, que en aras del espíritu de la simplificación, he aquí tres puntos de vista sobre cómo reducir el "desorden cerebral" y agilizar el flujo de trabajo:

1. LA SIMPLICIDAD DEL ACCESO: CENTRALIZA TUS MATERIALES ESCENCIALES.

 
Si tus materiales de trabajo se encuentran dispersos por todo el lugar, es difícil ser productivo. En lugar de resolver problemas, pasas tu tiempo tratando de recordar dónde están las cosas, o en su traslado al lugar donde deben estar. En lugar de terminar la entrada del blog que necesitas publicar, estás tratando de averiguar si lo escrito está en tu ordenador portátil en casa, o en tu escritorio de la oficina. En lugar de la ejecución de tus pasos a seguir de la reunión de la semana pasada, estás tratando de recordar dónde los dejaste.

Si este tipo de escenario te suena familiar, es hora de centralizar. Yo personalmente uso la nube para la mayoría de las cosas: Gmail para todos mi correos electrónicos, Google Docs para documentos de texto y hojas de cálculo y Dropbox para almacenar el resto de archivos. Estoy trabajando constantemente entre el hogar, la oficina, y otros lugares al azar, por lo que hacen que recordar todo sea una obviedad. Para mi lista de tareas, uso un bloc de notas, ya que una parte clave de recordar lo que tengo que hacer es físicamente escribirlo.

Por supuesto, la forma de centralizar depende de tus necesidades específicas, por lo que tu solución puede ser completamente diferente a la mía. Por ejemplo, Steve Leveen de Levenger no puede almacenar todas sus herramientas de organización en la nube proverbial, por lo que mantiene un cajón de suministros - con materiales idénticos para su obra - en ambos lugares.
 
2. LA SIMPLICIDAD DEL ESPACIO: REGÁLATE UNA PIZARRA EN BLANCO PARA TUS CREACIONES.

 

Como todos sabemos, los creativos son criaturas distraídas - y un escritorio desordenado no ayuda. Erin Doland de Unclutterer parafrasea un reciente estudio publicado por la Universidad de Princeton, el Instituto de Neurociencia en el que la ciencia confirma lo que siempre hemos sospechado:

"Cuando el entorno está lleno, el caos restringe tu capacidad de concentración. El desorden también limita la capacidad del cerebro para procesar información. El desorden te hace distraído e incapaz de procesar la información, a diferencia de como lo hace un ambiente ordenado, organizado y sereno".
En resumen, hay una razón por la cual los estudios de yoga no se ven como el ático de tu abuela: no es zen. Si deseas aumentar tu eficiencia, lo que necesitas es reducir las distracciones. Considera la posibilidad de su eliminación total, desde tu escritorio que no es absolutamente esencial para el trabajo que haces todos los días. Si eso no es posible, intenta encontrar un oasis de tranquilidad en otro lugar - asi se trate de una sala de conferencias, una mesa de trabajo vacía, o un rincón en tu cafetería habitual.


3. LA SIMPLICIDAD DE LAS HERRAMIENTAS: EXPLORA TUS IDEAS CON LAPIZ Y PAPEL.

 

Nos hemos acostumbrado tanto a la utilización de herramientas avanzadas que a veces nos olvidamos qué tan eficiente puedes ser con un lápiz y papel. Sin embargo, en las primeras etapas de desarrollo de una idea, rápidamente esbozar tus pensamientos en el papel es a menudo el mejor enfoque. Como diseñador Mike Rohde escribe: "Dibujar es un espacio único que te puede ayudar a pensar de otra manera, genera una variedad de ideas de forma rápida, explora las alternativas con menos riesgo, y estimula un debate constructivo."

Mientras que los programas complejos son ideales para la creación de productos terminados, no son necesariamente la forma más rápida de averiguar los grandes rasgos de una solución. Así que pregúntate: ¿Estás empujando píxeles en Photoshop, cuando podrías estar dibujando? ¿Estás metiendo ruido sin necesidad, con efectos de PowerPoint, cuando podrías crear storyboards de tus charlas en tarjetas?

Si hay una manera más sencilla, de desafiarte a ti mismo. Tal vez sólo deba ser más rápida.