martes, 18 de diciembre de 2012

Solsticio de verano/ video You Tube



Del latín solstitĭum, el término solsticio es un concepto astronómico que se refiere a la época en que el Sol se encuentra en uno de los trópicos. El solsticio de invierno es conocido como solsticio hiemal y supone el día más corto y la noche más larga del año en el hemisferio boreal (en el austral, ocurre exactamente lo contrario).
El solsticio de verano o solsticio vernal produce el día más largo y la noche más corta del año en el hemisferio boreal (sucediendo lo contrario en el hemisferio austral).
Para el trópico de Cáncer, el solsticio ocurre del 21 al 22 de junio, mientras que, para el trópico de Capricornio, el solsticio tiene lugar del 21 al 22 de diciembre.
Los solsticios ocurren por la inclinación axial del eje terrestre. Esto permite que el Sol alcance, en cierto momento del año, su máxima declinación norte respecto al ecuador celeste (+23º 27′) y su máxima declinación sur (-23º 27′). En otras palabras, los solsticios son los momentos anuales en los que el Sol alcanza su máxima posición, ya sea boreal o meridional.
Desde la antigüedad, la llegada de los solsticios suele festejarse con diversos rituales. El solsticio de junio es festejado en la costa de España con las Hogueras de San Juan, un rito donde, al encender una hoguera, se trata de dar más fuerza al Sol que comienza a hacerse más débil a partir de dicho día en el hemisferio norte.
De igual forma, el solsticio de diciembre es festejado, en el hemisferio norte, como el regreso del Sol, ya que, a partir de ese momento, los días comienzan a alargarse. Existe un simbolismo donde se asocia al Sol con el renacimiento y a la esperanza. Por eso, hay quienes dicen que los cristianos fijaron la natividad de Jesucristo en diciembre como un símbolo de la llegada de una nueva luz al mundo. Por otra parte, la Navidad intentaría opacar las festividades paganas que existían desde hacía mucho tiempo.

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